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Tendencias que cambiarán el consumo en 2025

Kantar ha presentado un análisis exhaustivo sobre las 10 tendencias clave que darán forma al consumo en 2025, abarcando desde el papel de la tecnología hasta el empoderamiento de los propios consumidores. Este informe resalta la importancia de la anticipación y adaptación estratégica para las empresas que deseen mantenerse competitivas en un entorno de constante cambio. A continuación, se detallan las tendencias que se espera que transformen el mercado.

Protagonismo de la tecnología: La tecnología ocupará un lugar central en todos los aspectos del consumo. Hoy en día, un tercio de las 100 marcas más valiosas del mundo son tecnológicas, y esta cifra no solo seguirá aumentando, sino que será cada vez más común ver empresas convencionales —incluido el pequeño comercio— incorporando tecnología avanzada para mejorar su conexión y relación con el consumidor. Desde inteligencia artificial hasta realidad aumentada, las marcas buscarán formas de ofrecer experiencias innovadoras y personalizadas.

Mercado “gaseoso”: Las fronteras entre industrias y sectores se están difuminando a medida que las empresas amplían sus ofertas para captar una mayor proporción del gasto de los consumidores, el llamado «share of wallet». Con un 58% de los hogares declarando que prefieren “ahorrar para lo que realmente quieren”, la tendencia apunta a consumidores más selectivos, dispuestos a sacrificar ciertos productos o servicios en favor de aquellos que consideran de mayor valor o relevancia personal. Esto también significa que las empresas tendrán que diversificar sus estrategias para captar esta atención selectiva del consumidor.

Negocios ágiles y colaborativos: La proliferación de startups y empresas disruptivas está redefiniendo el concepto de longevidad empresarial. La edad promedio de las 10 marcas más valiosas del mundo ha disminuido de 88 años en 2006 a 42 años en la actualidad. Este descenso continuará, y se espera que para 2025 las principales marcas en el mercado tengan menos de 12 años de vida. Esta realidad obliga a las empresas a adoptar modelos de negocio más flexibles, colaborativos y ágiles, capaces de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y de los consumidores.

Innovación como motor de crecimiento: En un mercado cada vez más saturado y competitivo, la capacidad de innovar será un diferenciador clave. Según el informe, el 37% de las marcas de gran consumo que experimentaron un crecimiento destacado en el último año lo hicieron gracias a su apuesta por la innovación. Esto incluye no solo el desarrollo de productos y servicios nuevos, sino también la creación de experiencias mejoradas y adaptadas a las expectativas cambiantes del consumidor.

Regreso a lo local: A pesar de la globalización, las marcas locales están creciendo a un ritmo 50% mayor que las marcas globales, representando el 72% del crecimiento total del mercado. Las compañías multinacionales tendrán que reevaluar sus estrategias para incluir productos y servicios adaptados a las preferencias culturales y regionales de cada comunidad. Conectar con el consumidor local se convertirá en una estrategia clave para las marcas globales, ya que los consumidores valoran cada vez más el producto de proximidad.

De B2C a B2Me: La personalización se convierte en un pilar del consumo actual. A medida que las decisiones de compra son cada vez más rápidas e impulsivas, la capacidad de una marca para conectar emocionalmente con el consumidor se vuelve fundamental. Las marcas que logran generar una conexión emocional tienen siete veces más probabilidades de ser elegidas, quince veces más de lograr un mayor gasto por parte del cliente, y veinte veces más de ser recomendadas a amigos y familiares. Esta tendencia refuerza la necesidad de estrategias hiperpersonalizadas en todas las interacciones con el consumidor.

Consumidor como protagonista: La identidad y autenticidad se han convertido en aspectos esenciales para los consumidores, quienes desean cada vez más ser parte activa en las decisiones de las marcas. Actualmente, un 56% de las personas expresan una necesidad creciente de reafirmar su identidad, lo que implica una mayor demanda de productos y servicios que les permitan diferenciarse. Esta tendencia al alza sugiere que los consumidores quieren dejar huella y ser únicos, por lo que las marcas deberán abrir espacios de co-creación y personalización para hacerlos sentir protagonistas.

Los mayores de 55 años como segmento clave: Para 2025, el 37% de la población tendrá más de 55 años, un segmento que en su mayoría gozará de mayor calidad de vida, más tiempo libre y mayor poder adquisitivo. Esto los convierte en un público atractivo y prioritario en las estrategias de marketing e innovación de las empresas. Esta tendencia obliga a las compañías a adaptar sus mensajes y sus productos a las necesidades y deseos de un grupo de consumidores con expectativas y demandas distintas a las de generaciones más jóvenes.

Publicidad multicanal: Aunque el entorno digital dominará la publicidad por su capacidad para segmentar audiencias, los medios tradicionales, como la televisión, seguirán siendo relevantes debido a su alcance masivo en los hogares. La combinación de canales online y offline será la estrategia publicitaria más efectiva en 2025, ya que aumenta el retorno de inversión en un 40% comparado con el uso de medios aislados. Para las marcas, lograr una integración exitosa entre ambos canales será fundamental para alcanzar a consumidores de distintas generaciones.

La última milla: El desafío de la proximidad al consumidor se intensificará. Las empresas deberán asegurar una conexión cercana, ya sea a través de tiendas físicas o plataformas digitales. Los canales que mejor entienden estas necesidades, como las tiendas de “surtido corto” (espacios con una oferta más limitada) y el e-commerce, están experimentando un crecimiento del 4.4% y 20.2% respectivamente, al satisfacer las demandas de conveniencia y accesibilidad de los consumidores.

Estas tendencias no solo están redefiniendo el mercado, sino también la gestión empresarial, las decisiones de inversión, los sistemas de producción y el perfil de los colaboradores. El 2025 promete un entorno de evolución constante donde la flexibilidad y la capacidad de adaptación se volverán fundamentales para el éxito. La cultura organizacional, la innovación y el enfoque en el cliente serán claves para enfrentar los desafíos que plantean estos nuevos paradigmas de consumo.

Fuente: Katar

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