Los titulares de la Green Card, conocidos también como residentes permanentes legales en Estados Unidos, disfrutan de importantes derechos y beneficios. Entre ellos destacan la posibilidad de vivir y trabajar de manera indefinida en el país, acceder a ciertos programas sociales y avanzar hacia la ciudadanía estadounidense. Sin embargo, este estatus privilegiado no está exento de condiciones y responsabilidades.
Existen actividades estrictamente prohibidas que, de ser incumplidas, pueden poner en grave peligro la residencia legal de una persona. Estas restricciones están diseñadas para proteger la integridad del sistema de inmigración y garantizar la seguridad nacional.
¿Qué acciones pueden poner en riesgo a la Green Card?
Cometer delitos graves: violación, abuso de menores, lavado de dinero, fraude fiscal significativo o tráfico de personas, son motivo de deportación. Además de enfrentar penas judiciales, los residentes permanentes que incurran en estas conductas pierden automáticamente su estatus migratorio. Si estás involucrado en delitos vinculados con drogas, como la posesión o el tráfico de sustancias ilegales, podrías enfrentar la deportación. Las leyes federales y estatales son muy severas en este aspecto, y cualquier infracción puede resultar en la pérdida de tu estatus de residencia permanente.
Votar en elecciones prohibidas: aunque algunos residentes permanentes pueden participar en elecciones locales específicas, votar en comicios federales, estatales o locales no autorizados es una infracción grave. Este acto puede interpretarse como una falsa declaración de ciudadanía, lo que podría llevar a la revocación de la Green Card.
Ausencias prolongadas del país: permanecer fuera de USA por más de un año sin un permiso de reingreso puede ser considerado como abandono de la residencia. Es fundamental tramitar este permiso si se anticipan viajes prolongados, ya que de lo contrario, el estatus legal podría estar en peligro.
No cumplir con las obligaciones fiscales: los residentes permanentes están obligados a declarar y pagar impuestos tanto a nivel federal como estatal. El no solo implica sanciones económicas, sino que también puede influir negativamente en su historial migratorio, poniendo en riesgo su residencia.
Participar en actividades ilegales contra el gobierno: espionaje, sabotaje o cualquier acción que amenace la seguridad nacional es motivo inmediato de deportación y pérdida de la residencia. Además, estas actividades suelen conllevar severas penas penales.
Involucrarse en terrorismo o grupos extremistas: ser miembro de organizaciones terroristas o participar en actividades es absolutamente incompatible con el estatus de residente permanente. Esto puede resultar en la expulsión del país y en consecuencias legales extremas.
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