En los Estados Unidos, existen varios tipos de instituciones de educación superior que ofrecen una amplia gama de programas académicos y opciones de estudio. Estas instituciones se diferencian en términos de su enfoque educativo, requisitos de admisión, financiamiento y estructura organizativa. Cada una ofrece una experiencia educativa única y presenta oportunidades extraordinarias para el desarrollo académico y profesional.
Estudiar en un community college durante 2 años tiene como beneficio obtener el título de transferencia (AA) que luego se transferirán a una universidad o colegio de 4 años. Los estudiantes suelen elegir el programa 2+2 por la economía, la flexibilidad y el perfil académico.
Economía: es mucho más accesible pagar los estudios si el estudiante se matricula en un programa dentro de un college. El costo de la matrícula es mucho más razonable que el de universidades con titulaciones de 4 años.
Flexibilidad de ingreso: el promedio de calificaciones (GPA por sus siglas en inglés) y otros requisitos de admisión como los resultados en examinaciones, son más bajos que en la mayoría de las universidades con titulaciones de 4 años. En algunas ocasiones, los colleges tienen «admisión abierta», es decir que el único requisito de ingreso es haber culminado la educación secundaria.
Flexibilidad al culminar: cuando el estudiante se inscribe en un programa técnico de 2 años tiene la posibilidad de recibir una certificación al culminar (Associate in Arts o Associate in Science) y podrá decidir si empezar a trabajar o continuar sus estudios para obtener una licenciatura (Bachelor).
Flexibilidad de transferencia: muchos programas académicos comparten el plan de estudios inicial, es decir, que los cursos son muy similares durante los 2 primeros años de estudios superiores (tanto en un college como en una universidad). Además, existen convenios preestablecidos entre instituciones con planes de transferencia predeterminados y acuerdos de compatibilidad entre ambos tipos de instituciones.
Mejorar el perfil académico: el promedio que exigen las universidades al considerar un candidato para el traslado (de college a universidad) suele ser más bajo que el que se pide a un estudiante recién egresado de la escuela secundaria. Por lo tanto, es una segunda oportunidad de ser admitidos por una universidad para los estudiantes que obtuvieron bajas calificaciones en la escuela secundaria.
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