Obtener la tarjeta verde también conocida como tarjeta de residencia permanente o Green Card, da derecho a vivir y trabajar en Estados Unidos. Cada año fiscal se tramitan aproximadamente un millón tarjetas. Existen diferentes formas de obtenerla entre ellas los vínculos familiares, el permiso por razones laborales, la lotería de visas de diversidad y por inversión.
Vínculos familiares
La mayoría de los migrantes obtienen la tarjeta verde por petición de un familiar, que debe ser ciudadano de Estados Unidos o residente permanente. Los ciudadanos estadounidenses pueden pedir los papeles para sus padres, cónyuges, hijos y hermanos. Por otro lado, los residentes permanentes legales pueden pedir a sus cónyuges y a sus hijos solteros, tanto menores de 21 años como mayores de dicha edad.
Razones laborales
Las empresas estadounidenses pueden solicitar una tarjeta verde para trabajadores extranjeros, siempre que ese puesto de trabajo no pueda ser cubierto por ciudadanos americanos o residentes permanentes legales. Muchos extranjeros que son patrocinados por una empresa son profesionales titulares de una H-1B y pueden utilizar su visa como un camino para conseguir la residencia en Estados Unidos.
Asimismo, la visa L-1, transfer entre empresas, también es considerada de doble intención y permite buscar activamente un patrocinador de una green card.
Lotería de visas de diversidad
Todos los años el gobierno de Estados Unidos sortea 50.000 visas de inmigrante conocidas como «de diversidad» que dan derecho a una tarjeta verde para la persona que gane el sorteo, su cónyuge y los hijos solteros menores de 21 años. Se aplica para esta lotería todos los años al inicio del año fiscal estadounidense, es decir, en octubre, y sólo se admiten solicitudes digitales.
Residencia para inversionistas
Los extranjeros que inviertan un mínimo de USD 1.800.000 y creen al menos 10 puestos de trabajo en Estados Unidos tienen derecho a una visa EB-5 que los conduce a la tarjeta verde. La inversión puede ser de USD 900.000, si se realiza en un área económicamente deprimida designada así por las autoridades inmigratorias.
