Con un valor estimado del ecosistema de startups de USD 90.000 millones, la ciudad de Miami se consolidó como uno de los mercados más importantes para las compañías emergentes de la región, especialmente para emprendedores latinos que ven el potencial de desarrollo en áreas como la de Fintech, EdTech o Life Sciences.
En los últimos años, Miami se ha convertido en un mercado atrapante para los emprendedores latinos. En el último Global Startup Ecosystem Report 2023 alcanzó la posición 23, adelantándose diez casillas desde el año pasado. Miami registró un crecimiento de 160% en el valor del ecosistema con respecto a la medición anterior, un aumento del 64.3% en la financiación inicial y un avance en las grandes salidas.
Esta ciudad, en donde se estima que hay un 70% de población hispana, se fue posicionando en el ecosistema de emprendedor de Latinoamérica como una plaza estratégica de innovación y tecnología, lo cual facilita el acceso a una red de potenciales inversionistas y aliados, una serie de programas de aceleración, espacios de softlanding, eventos que promueven la industria, entre otros.
En medio de la ola inflacionaria que se desató tras la pandemia Miami se encareció, lo que podría derivar a costos operativos más altos en las compañías en comparación con otros mercados de Latinoamérica. En la dinámica de los precios estaría teniendo una incidencia importante la cantidad de migración internacional e interna desde San Francisco y Nueva York durante la pandemia, que estaría impactando en sectores de la vivienda.
La atracción que genera, especialmente para aquellos que se dedican a desarrollar servicios de Fintech o Edtech, se debe a que da acceso a una amplia red de inversionistas internacionales interesados en Latinoamérica, ofrece programas de aceleración y eventos recurrentes para hacer networking y, por su ubicación geográfica, facilita la expansión hacia terceros mercados como Europa y Asia.
De todos modos, este ecosistema también presenta desafíos como el ser muy competitivo, con muchas startups que luchan por la misma atención y recursos, la necesidad de adaptarse al marco legal de EE.UU. y a las preferencias de sus consumidores y tener que competir con empresas locales ya establecidas a la hora de atraer y retener talento.