Luis Medina llegó a Estados Unidos en 1987 para estudiar durante 6 meses. Encontró el amor, decidió quedarse y hoy, más de 30 años después, nos cuenta cómo es vivir en 7 diferentes estados de USA.
«Gané una beca y vine con la intención de estudiar acá, de hacer una maestría y regresar a Perú. Mi esposa Evelina vino únicamente por seis meses a hacer un proyecto en la universidad y le ofrecieron la oportunidad de hacer una maestría. Ahí nos conocimos, a los dos años nos casamos y empecé a trabajar. Las oportunidades se daban, las circunstancias en Perú y en Argentina eran retadoras y realmente no pensamos volver, hicimos nuestra vida en USA. Poco a poco fuimos incorporándonos, la cultura y la experiencia que hemos tenido ha sido muy buena y con muchos retos. Vivimos en muchos lugares y vimos que EE.UU es un país sumamente diverso.
Vivimos en el sur en Louisiana y luego en Minnesota donde hace un frío terrible. Allí estuvimos tres inviernos y más tarde en California donde nació nuestro hijo. Después nos mudamos a Virginia donde nació nuestra hija, vivimos en Connecticut que es el norte de Nueva York y ahora estamos viviendo en el sur de La Florida.
Me han preguntado muchas veces dónde me siento más cómodo. Que nuestros hijos fueran muy pequeños y que crecieran en Minnesota cerca la frontera con Canadá fue muy valioso, porque ellos experimentaron una cultura diferente y la vida americana. En el sur de La Florida ellos hablan español, tuvimos la oportunidad de experimentar distintas maneras de ser de los americanos.
Me parece que el sur de La Florida es lo más sencillo para nosotros, porque es una mezcla cultural y uno se siente mucho más latinoamericano desde la comida, el idioma y de la forma de relacionarse con la gente. También tuvimos la oportunidad vivir en California siete años, a pesar de tener una influencia hispana, no había tanta comunidad. Lo que he visto en el sur de La Florida es una comunidad latina muy unida, creo que para un inmigrante sería mucho más sencillo vivir allí.
Lo más importante es la educación que va más allá de lo académico, entender la cultura y esforzarse mucho en la parte del idioma. Los colegios estatales son extraordinarios. Mi hijo mayor tiene 24 años y estudió en Indiana, trabaja en todo lo que tiene que ver con social media y eventos en el sur de La Florida. Mi hija Sofía tiene 22 años, estudió en la universidad en Florida Matemática Aplicada y se dedica a hacer investigación en el área de medicina».
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