Lo que hasta hace poco era considerado un barrio olvidado en el noreste de Miami, hoy está en el centro de un proceso de transformación que promete cambiar su estética para siempre. A simple vista, Little Haiti o la Pequeña Haití no parece un imán de inversiones millonarias. Sus calles principales lucen desoladas, con negocios cerrados y propiedades en mal estado. Sin embargo, bajo la superficie, el dinero fluye con fuerza y los precios de las viviendas alcanzan cifras inimaginables para la mayoría de los residentes locales.
Con la reciente aprobación de permisos de construcción, el barrio será el epicentro del Magic City Innovation District, un proyecto de más de US$1.000 millones que busca convertir el área en un moderno distrito de innovación. Este desarrollo inmobiliario de gran envergadura planea la edificación de 17 nuevos edificios, algunos de hasta 25 pisos, que incluirán 2.600 viviendas, hoteles, oficinas, y centros comerciales. Además, el proyecto contempla una nueva línea de tren con estación en la Pequeña Haití, lo que mejorará la conectividad con otras áreas de la ciudad. Se espera que esta expansión tome lugar en varias etapas durante los próximos años, transformando el barrio en una miniciudad dentro de Miami.
Un cambio inevitable impulsado por la ubicación estratégica
El atractivo del barrio para los inversores no es casualidad. Según Tony Cho, uno de los fundadores de Magic City, la ubicación estratégica de Little Haiti la convierte en un tesoro oculto. El barrio se encuentra cerca de algunas de las zonas más exclusivas de Miami, como el Design District, famoso por sus tiendas de lujo, y el bohemio Wynwood, conocido por su arte urbano y vida nocturna. Además, está a pocos minutos de las mansiones frente al mar del Upper East Side, lo que coloca a la Pequeña Haití en una ubicación codiciada para futuros desarrollos.
A pesar de su cercanía a la riqueza, hoy la Pequeña Haití sigue siendo un barrio de contrastes. En algunas calles, pequeñas casas de madera, que en el pasado fueron accesibles para las familias locales, ahora se venden por precios que rondan el medio millón de dólares. Según Peter Ehrlich, un empresario estadounidense que comenzó a comprar terrenos en el barrio en 1994, el valor no está en las estructuras, sino en el terreno.
Un barrio en transformación
En este proceso de cambio, algunas áreas de la Pequeña Haití parecen haberse congelado en el tiempo. Las fachadas de los edificios comerciales lucen abandonadas, muchos de ellos son utilizados como almacenes u oficinas con pocas ventanas y sin señales visibles que indiquen su actividad. No obstante, bajo esta imagen estática, grandes sumas de capital ya han sido inyectadas en la zona. Las propiedades están alcanzando valores impensables, y el movimiento de dinero se acelera en torno a lo que será el Magic City Innovation District.
Según un informe del banco suizo UBS, Miami es la tercera ciudad con los precios inmobiliarios más sobrevalorados del mundo, solo detrás de Zúrich y Tokio. La pandemia impulsó esta tendencia, acelerando un proceso que ya estaba en marcha y empujando a la ciudad a un nuevo nivel de exclusividad económica. Hoy, Miami es un imán para el capital, con un flujo constante de dinero y multimillonarios que buscan adquirir propiedades en la ciudad.
La llegada de personalidades como Jeff Bezos, el tercer hombre más rico del mundo, y el futbolista argentino Lionel Messi a Miami ha reforzado la imagen de la ciudad como un nuevo polo de atracción para los más adinerados.
Empresas como Citadel, el fondo de inversión liderado por el multimillonario Ken Griffin, también han decidido trasladar sus operaciones a Miami, atrayendo talento y capital a la ciudad.
El futuro de Little Haiti
Aunque la primera línea costera de Miami sigue siendo el objetivo principal de los más ricos, algunos expertos predicen que las áreas más altas, como la Pequeña Haití, se volverán aún más atractivas en el futuro. Esto ha llevado a algunos a ver el barrio como una mina de oro en potencia, que podría convertirse en un enclave tan exclusivo como las zonas que lo rodean.
Muchos ven la llegada del Magic City Innovation District como una oportunidad para revitalizar el barrio y atraer inversiones. El barrio ya no será el mismo, y su transformación reflejará los profundos cambios económicos y sociales que están redefiniendo a Miami.
Fuente: FEBICHAM – Federación de Cámaras de Comercio Binacionales en EE.UU