El sueño americano está lleno de optimismo y aspiraciones que pueden diferir de persona a persona, pero es cierto que frecuentemente se asocia con la propiedad de la vivienda, que no solo representa una inversión económica sino también el legado que dejamos a nuestros hijos.
Y aunque así es como terminan las historias de muchas familias, todavía hay algunas en los EE. UU. para quienes pagar una hipoteca es solo el comienzo. Esto se debe a que muchos han aprovechado la oportunidad de participar en un par de movimientos financieros conocidos como segunda hipoteca o, una Línea de Crédito con Garantía Hipotecaria (HELOC, cuyas siglas en inglés significan Home Equity Line of Credit), que ofrece la misma cantidad de oportunidades que riesgos.
Partiendo de esto, tomamos la decisión de comparar esas familias que tienen más recursos y no requieren de nuestro programa para comprar una propiedad, puesto que su récord crediticio les permite optar por una hipoteca tradicional, y además, una segunda o un HELOC.
¿Y de qué se trata? En ambos casos, se trata de un préstamo tomado sobre una propiedad que ya ha sido hipotecada, como su nombre lo indica. El capital que ha crecido en la residencia se utiliza como garantía para este tipo de préstamo. El principal es la cantidad que separa el valor de mercado actual de la vivienda de la deuda restante de la hipoteca inicial. Por ejemplo, si una casa vale USD 350,000 y la hipoteca aún debe USD 200,000, el propietario tiene $150,000 en capital.
Por lo tanto, los propietarios de viviendas pueden obtener cualquiera de estos productos y pedir prestado dinero hasta una cierta proporción del monto contra este principal.
Una segunda hipoteca y un HELOC no son lo mismo, a pesar de que el término “segunda hipoteca” se usa con frecuencia como una palabra general para describir cualquier préstamo garantizado con la garantía de una propiedad más allá de la primera hipoteca. La principal diferencia es cómo se distribuyen y devuelven los fondos.
Tradicionalmente, una segunda hipoteca ha sido tratada como un préstamo separado de su hipoteca principal y requiere pagos separados. Es un préstamo de una sola vez, similar a su primera hipoteca, que le otorga una suma global de dinero que pagará durante un período de tiempo predeterminado, con frecuencia a una tasa de interés fija.
En el caso de una HELOC, nos referimos a una línea de crédito renovable, muy parecida a cómo funciona una tarjeta de crédito donde puedes pedir prestado y devolver el dinero según sea necesario, pero con una tasa de interés variable que fluctúa dependiendo de los cambios en el mercado.
Así que esencialmente, una HELOC puede representar un préstamo más flexible atado a un mayor riesgo como la posibilidad de sufrir un desalojo si el cambio en las tasas de interés excede sus capacidades de pago, mientras que una segunda hipoteca puede resultar en una suma más grande en la deuda de la familia, pero fijada en una tasa de interés que no se verá alterada.
En cualquiera de estos dos casos, ambas deben ser abordadas con cuidadosa consideración.
Motivos del descenso de las segundas hipotecas y HELOC
A raíz de la crisis de la vivienda, los prestamistas pueden haber endurecido sus reglas para las segundas hipotecas y los HELOC, lo que dificulta que los propietarios califiquen. Este es un aspecto importante que puede estar en juego.
Y si los requisitos para las familias que pueden obtener hipotecas y préstamos convencionales se vuelven más estrictos, sólo podemos especular sobre cuánto más difícil será para aquellas familias menos afortunadas que aspiran a tener su propia casa.
La razón de esta comparación entre las familias con acceso a estos movimientos financieros y las que ayudamos con nuestro programa reside en que simplificamos el proceso de adquisición de vivienda a través de cuotas mensuales que resultan muy cómodas (suelen costar alrededor de dos tercios de lo que cuesta la renta promedio), y sin necesidad de acumular deudas sobre deudas arriesgando el patrimonio que intentan obtener con tanto esfuerzo y dedicación.
Puede que existan casos donde nuestras familias necesitan de un préstamo para hacer las reparaciones necesarias en su hogar (son ellos quienes están a cargo de cubrir esta parte) sea porque tienen la disponibilidad de tiempo, desean hacer una renovación grande de una sola vez, o porque carecen de los fondos para alguna reparación de emergencia, donde podrían pedir un préstamo adicional al FilantroInversor (FI) a través de Equity & Help, y sea este quien determine si otorgarlo o no en un acercamiento más personalizado en comparación a las regulaciones preestablecidas de un banco.
Es por esto que decimos “Invierte como lo hacen los bancos”, pues mantenemos los mismos conceptos y objetivos para que cada FI reciba retornos netos estables del 8 al 12% anuales, pero de una forma mucho más responsable.
Siendo este un vehículo estable para aquellos inversionistas que realmente entienden el enfoque filantrópico de nuestra visión, permitiéndoles generar interés compuesto con el tiempo para multiplicar su capital mientras lo reinvierten ayudando a más familias.
Jaime Gómez es Director Ejecutivo de Equity & Help, una compañía que adquiere casas estadounidenses de bancos y las pone a disposición de inversores muy por debajo de los precios actuales del mercado. Luego, encuentran familias para arreglar, vivir y cuidar las casas por menos del costo del alquiler y, al mismo tiempo, pagar un alto rendimiento a los inversores.